La falta de control voluntario de la micción o expulsión de orina, especialmente durante la noche, es un problema común durante la infancia, más allá de la edad en la que normalmente se adquiere el control de la micción, esto es, a los 4 o 5 años. Como consecuencia, el niño no es capaz de despertarse para ir al baño, orinando en la cama, situación que puede alargarse por un largo período de tiempo e incluso años. Esta situación ocasiona un malestar significativo, sentimientos de vergüenza u otros problemas de autoestima, incomodidad al dormir húmedo, problemas de higiene u ocasionados al mojar las sábanas o cama, e incluso puede limitar la participación del niño / niña o adolescente en determinadas actividades sociales que impliquen dormir fuera de casa (asistir a excursiones, dormir en casa de amigos, etc.).
Este problema se conoce bajo el término enuresis entendiéndose como la emisión repetida de orina, que si bien suele ser nocturna, también puede ocurrir durante el día. Su frecuencia es relativamente alta y se da a edades posteriores a los 5 años, etapa en la que el control vesical normalmente ya se ha adquirido. Se trata de un problema común presente en cerca de los 25% de los niños mayores de esa edad.
Mojar la cama a ciertas edades puede resultar alarmante para el menor y sus padres, no obstante no se trata de una enfermedad sino de una disfunción temporal que no se acompaña de otras complicaciones y cuyo manejo es posible de forma fácil y rápida mediante un entrenamiento conductual y fisiológico apropiado. El método de la alarma de Mowrer y Mowrer ha demostrado ser el más eficaz para resolver los casos de enuresis nocturna. Consiste en el uso de un pequeño sensor colocado en la ropa interior que al detectar las primeras gotas de orina, activa una alarma que despierta al niño. Al despertar se produce el adecuado control voluntario de la vejiga e interrupción de la micción, debiendo entonces levantarse para orinar en el aseo. Tras varias repeticiones, las primeras señales fisiológicas de los músculos implicados en el control de la vejiga y la sensación de humedad, serán capaces de elicitar la contracción y control de la musculatura, momento en el que se habrá alcanzado el control adecuado de la micción. Su objetivo principal es que el niño aprenda a responder a la estimulación generada por la plenitud de la vejiga, despertándose primero, e inhibiendo la orina después mediante la contracción del esfínter. Existen diversos dispositivos comercializados para realizar dicho tratamiento, comúnmente conocidos como “Pipi Stop”.
Las causas de la enuresis se desconocen, aunque parece haber un componente hereditario en cerca de la mitad de casos. Si bien suele ocurrir a edades comprendidas entre los 5 y 12 años, puede observarse también en edades posteriores en el 5% de casos, e incluso en la etapa adulta en un pequeño porcentaje de casos (1%).
El tratamiento de la enuresis por el profesional adecuado, junto con pautas ambientales y del entorno (control de rutinas, uso inapropiado de pañales, alimentación e ingesta de líquidos, reacción de los adultos etc.), ayudan a solventar la enuresis de forma eficiente y económica. El uso de Pipi Stop es totalmente seguro, apto para todos los casos en los que no hay un daño orgánico claro que cause la enuresis. Además, el uso de Pipi Stop en un tratamiento conductual apropiado ha demostrado ser efectivo en un alto porcentaje de casos (entre un 80 y un 90%) con tratamientos de una duración de entre 4 y 12 semanas.
En Mentalment llevamos a cabo el abordaje y tratamiento de la enuresis y otros problemas relacionados con el control de la micción. Si vives en Mallorca y deseas que tu hijo o hija sea valorado, reciba el tratamiento oportuno o si deseas ampliar información al respecto, contacta con el equipo de Mentalment aquí.