Muchas veces nos encontramos en consulta psicológica con una persona que está pasando por este proceso con su pareja y ya sea desde el punto de vista del que cometió la infidelidad o del que la sufrió, ambas partes dudan de cómo seguir hacia adelante. ¿Lo podremos superar? Se preguntan.
La respuesta sencilla sería un sí, pero es un sí con matices, ya que superar una infidelidad es un proceso complejo y doloroso y no todas las parejas consiguen continuar con la relación después de algo así. Si se consigue será con el trabajo de ambas partes.
Hay muchas variables que incidirán en la probabilidad de superar la situación de forma más o menos fácil, para enumerar algunas: la personalidad de los dos, las circunstancias en las que ocurrió (no es lo mismo una vez, que varias), con quién fue la infidelidad (un conocido o un extraño), cómo estaba la relación de pareja antes de que ocurriera esto, si quieren ambas partes arreglarlo o una está indecisa, etc.
Es muy importante para el psicólogo conocer a fondo los detalles de la infidelidad en cada caso concreto pues realmente no se puede generalizar el proceso, cada caso es diferente en cierta medida.
Una vez trabajado ese conocimiento de las circunstancias que rodean a la situación de infidelidad se pasa a analizar el hecho en sí. Con frecuencia ambas partes implicadas han pasado horas dándole vueltas al porqué ocurrió, ¿qué significa que la otra persona haya hecho algo así?, ¿cómo se podría haber evitado?, ¿volverá a pasar?, etc. Con la ayuda del psicólogo este proceso es más fácil y más eficaz, el psicólogo puede ayudar a encontrar las variables y procesos psicológicos implicados en la situación.
Una de las partes más importantes será llegar a encontrarle un sentido a lo que pasó, a porqué pasó y de ahí trabajar en las cosas que lo pudieron precipitar para evitar que vuelva a ocurrir. El trabajo varía bastante dependiendo de con cuál de las partes se trabaje, pero la parte de poder integrar y entender lo ocurrido es una parte importante. Una vez conseguido se pasa a trabajar en intentar asentar las bases de la relación de ahí en adelante, y buscar qué acuerdos se pueden hacer para restablecer un punto de partida. Muchas veces es muy importante saber respetar los tiempos y las emociones, el psicólogo ayudará a manejar las emociones, que para cada parte pueden ser diferentes: culpa, rabia, enfado, tristeza, ansiedad, miedo, vergüenza, etc. Poder canalizar e ir avanzando a través de estas emociones es también parte del proceso.
Superar una infidelidad es un proceso difícil y duro que no todas las parejas consiguen, sin embargo, también es cierto que si se supera puede suponer llegar a un punto en el que la pareja está más unida y fuerte que antes de la terapia.